Acabo de llegar de mi viaje al pueblo de Angoulême para acudir a la feria de cómic e ilustración que allí se realiza, y he de decir que ha sido un viaje muy positivo y realmente productivo para mí.
Para empezar, la compañía ha sido muy grata con David Alcala Cerrada y Esther Vidal, pues si bien en principio no íbamos a ir juntos, las casualidades de la vida hicieron que acabáramos en la misma habitación convirtiendo la cutre-programación nocturna francesa en sesiones de carcajadas a mandíbula batiente con doblajes improvisados capaces de convertir un festival de música en cualquier cosa surrealista que el aburrimiento y la imaginación (Y un poquito de mala baba a veces también XD) diera lugar.
Sobre el ambiente y el país, he de decir que me ha gustado muchísimo lo que me he encontrado. Los franceses son gente muy respetuosa y educada, y además son bastante pacientes con los no francoparlantes, y al final, hablasen o no nuestro idioma, conseguimos hacernos entender bien. También he de remarcar que, al menos desde mi punto de vista, es un país de gente bastante agraciada, las chicas son muy monas, ¡pero los chicos muchísimo mejor! Guapos, estilizados, rubios o morenos y de ojos claros... Ha sido un auténtico circo para mis ojos, y se agradece ;) Pero por lo general, me ha gustado la limpieza de sus calles, y de otros lugares (Los lavabos de locales públicos estaban muy limpios casi siempre y nunca faltaba papel por poner un ejemplo), y además, lo que más me ha impresionado, ha sido el compromiso brutal con el arte del dibujo como una profesión DIGNA. Me explicaré:
Ya antes de llegar al lugar, al poco de atravesar la frontera, paramos en una estación de servicio a estirar las piernas durante cerca de un cuarto de hora. Allí ya nos impactó un cambio drástico respecto a nuestro país; La sección de prensa, albergaba un gran número de publicaciones relacionadas con cómic, series infantiles, relatos ilustrados... e incluso había publicaciones acerca de otros temas, cuyas portadas estaban ilustradas. Era algo triste comparar con nuestros quioscos donde a duras penas pueden encontrarse unas dos o tres publicaciones similares, de las cuales casi siempre el contenido gráfico consiste en capturas de pantalla y fotografías o montajes, y aún es más escaso un material cuya temática aborde directamente el cómic o la ilustración.
Pero tras esta primera impresión, una vez llegados al evento, se notó también la gran diferencia en lo respectivo a los editores; Muchos de nuestros acompañantes de autobús andaban como locos por mostrar proyectos muy elaborados a las distintas editoriales en busca de su oportunidad, mientras que nosotros por nuestra parte, íbamos en busca de información para poder presentarlos en un futuro no muy lejano. A pesar de esto, de no tener nada para mostrarles, los editores no se mostraban desinteresados o poco receptivos, más al contrario, con bastante facilidad te podían facilitar sus datos y te daban todas las explicaciones que les pidieras. Además, en contra de una mala fama que se les atribuye muy a menudo, no se muestran reacios a comunicarse en otros idiomas que no sean el francés, e incluso muchas veces identificaban nuestro acento y se ofrecían a hablar en español sin ningún tipo de problema. Los editores en este país están realmente interesados en ver y evaluar todo lo que puedan, y en contra de todo lo conocido en nuestros lares, no evitan a toda costa mojarse dándote la espalda si no eres alguien rentable, pues apuestan por HACERTE rentable, que desde tu propio talento, puedas convertirte en un autor cuyo producto aporte beneficios. Esto simplemente me resultó impresionante. Ahí es donde te das cuenta de cómo difiere el concepto que se tiene de este universo del cómic y la ilustración a uno y otro lado de la frontera; Dentro, esto es un trabajo de chichinabo que sólo sirve para morirse de hambre y que va destinado a críos o frikis marginales, y fuera, es un trabajo digno y esforzado, que tiene muchas posibilidades y que puede convertirte en alguien admirado por franjas de todas las edades. Es aterrador una vez visto en directo, en serio...
...pero también esperanzador. Sí, es esperanzador. ¿Por qué? Pues porque llevo desde hace años escuchando todas las burlas y acusaciones acerca del futuro de aquéllo a lo que realmente quiero dedicarme, y empezaba a creer que era cierto, que esto era un sueño perdido y que no valía la pena apostar por este tipo de ilusiones, pero ahora sé que el problema no es lo que yo haya decidido hacer, o aquéllo para lo que sirvo, sino el lugar, la cultura en la que me he criado, que nunca se ha esforzado en valorar esta profesión salvo desde un punto de vista comercial y poco analítico. Ahora me siento muy liberada de todas las tensiones que había acumulado por la inquietud acerca de si me había equivocado al escoger este camino, y muy especialmente, me ha ayudado a encontrar de nuevo ánimo y fuerzas para querer luchar por esto, para querer sacar adelante mis ideas y proyectos, aparcados indefinidamente por dedicar mi tiempo a otras cosas más "útiles".
En general, la experiencia ha sido muy positiva, y he descubierto un montón de cosas nuevas. También he vuelto a comer en la hamburguesería Quick, que me encantaba hasta que cerraron la de plaza Urquinaona, he sido el ser más feliz de este mundo la descubrir las cajas de 10 paquetes de Kinder bueno, simplemente lo más parecido a comprar un trozo del paraíso, he probado la tan famosa Coca cola de vainilla, visto un montón de edificios preciosos del siglo XIX, y cuervos, halcones y hasta un cervatillo. Pero lo más importante, aparte de poder sentirme más segura conmigo misma, ha sido el poder desconectar durante 4 días de TODO, de los malos rollos, del estrés del máster, de no moverme de casa...
No me arrepiento en absoluto de este viaje, y me encantaría volver algún día =)
No hay comentarios:
Publicar un comentario